2 Pedro 10:12 'Pero el día del Señor llegará tan inesperadamente como un ladrón. Entonces los cielos desaparecerán con un terrible estruendo, y los mismos elementos se consumirán en el fuego, y la tierra con todo lo que hay en ella quedará sometida a juicio. Dado que todo lo que nos rodea será destruido de esta manera, ¡cómo no llevar una vida santa y vivir en obediencia a Dios, esperar con ansias el día de Dios y apresurar que este llegue!'

¿Qué necesitamos para poder irnos al cielo cuando la llegada del Señor ocurra? Debemos esperar, muchas personas son ansiosas y se les olvida lo que esperan.

Dios llegará de forma inesperada, sin embargo, debemos tener una espera con ansias, con mucha fe y devoción. Cuando yo crecí, creía en la existencia de los reyes magos, cada 6 de enero ellos venían a nuestra casa, y nosotros teníamos que dejar un zapato para poder recibir nuestros juguetes.

Sin embargo, nuestros padres siempre nos decían que debíamos dormirnos, porque si no, no vendrían los reyes, nuestra espera era con ansias, solo importaba ese día.

Esto es, esperar con ansias, así debemos esperar el día del Señor. Llevar una vida santa, es tener una vida separada a la sociedad, sin poner en riesgo la venida del Señor, no podemos fallar en el último momento.

 Estamos muy cerca de que esta manifestación se haga realidad, debemos llevar una vida en obediencia, debemos decirles no a las tentaciones que se presentan acá en la tierra y que comprometen nuestros valores morales.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret. Hoy te damos las gracias por un día más de vida y porque cada día te acercas más a nosotros.

Mi Dios, cuando tu llegues a la tierra, será un día inesperado, son muy pocos los que te esperan, todos creen y piensan que acá será eterno y están confiados que nada pasará acá en la tierra.

En el nombre de Jesucristo de Nazaret.

Amén y amén.

¡Bendiciones!