Colosenses 2:13 - 15 'Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con Él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria , quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados ya las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz'.

En efesios capítulo dos versículo 5 ¡Por gracia ustedes han sido salvados! Amigos cuando nos encontramos en una situación tormentosa y hemos perdido nuestros valores morales, queremos vencer y no podemos Dios aparece, perdona nuestros pecados y nos salva; dice la Biblia que Él anuló el acta de decretos que había contra nosotros.

Una Acta de decretos surge cuando permitimos al mal influir en nuestra vida, damos el derecho de ser atacados, destruirnos y llevarnos a la miseria junto a nuestra familia, todo se sabe en lo espiritual, no hay nada que se pueda escapar de la presencia de Dios.

El mensaje de esperanza está en la biblia, cuando Dios quita el acta de en medio y clavándola en la cruz, quitándole el derecho al mal toda autoridad sobre nuestra vida, esto solamente sucede cuando abrimos nuestro corazón y nos confesamos ante el señor. 

Hoy debemos preguntarnos ¿quién despojó a los principados y potestades, obra, cuida, guarda y salva? Dios es la respuesta a todas esas preguntas, entreguemos cada situación de nuestra vida a Él, se encargará de resolverlo por que Jesucristo es nuestro lugar seguro.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesucristo de Nazaret, en este día invoco tu presencia señor para agradecerte y exaltar tu nombre, poder, autoridad en esta tierra y en mi vida. Te entrego mi corazón y direcciona mis pasos como gobernador.

Hoy entendí que no es mi obra sino tuya, eres tú quien me salva y está activamente resolviendo mi vida, Señor te entrego mis angustias, te pido que me guardes y protejas porque solo tu eres mi lugar seguro.

Gracias mi padre por esta oportunidad de hablar contigo, te entrego mi corazón en el nombre de Jesucristo de Nazaret.

Amén y amén.

¡Bendiciones!