Muchas veces nosotros en lugar de esperar, desesperamos, sin embargo, nuestra espera debe ser incansable, donde estemos determinados a ver su respuesta, eso fue lo que hizo el salmista, Salmo 130:5 NTV, 'Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado.' 

A Veces nosotros, cuando estamos pasando por una dificultad y vemos tomar decisiones nos desesperamos y ahí seguimos nuestro propio plan, no aprendemos a esperar y esto es algo que debemos desarrollar.

En algún momento, cuando Cristo resucitó ya les había dicho a los discípulos, que vayan a las naciones y prediquen el evangelio por todas partes, sin embargo, apenas resucitó, les dijo que no fueran todavía, porque Jesucristo sabe que vivimos desesperados, que nuestra espera es corta. 

Debemos tener una espera incansable, en calma con Dios, después de los 50 días de resurrección, los discípulos reciben el poder que se les había prometido, con la bajada del Espíritu Santo, ¿qué habría pasado si ellos no hubiesen tenido esa espera incansable? Muchas veces, los hombres y las mujeres, por la desesperación, tomaron el primer partido en el amor, casándose a temprana edad y al rato, llegaron las consecuencias, porque las personas sabían esperar la dirección de Dios.

A Veces nos vemos tentados a tomar decisiones propias, pero es de sabios esperar la respuesta que el Señor tiene para nosotros, esto no significa que debes estar sentado o inmovilizado esperando a ver qué sucede, Dios siempre se está moviendo, Él tiene sus planes, siempre llega a tiempo, pero nosotros nos desesperamos por seguir adelante.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo de Nazaret, hoy te damos las gracias por la oportunidad que nos diste de conectarnos y leer más de Tu Maravillosa Palabra.

Mi Dios, el salmista dijo, 'Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado.’ Señor, la espera es algo que debemos desarrollar, el mundo nos tiene acostumbrados a tener una respuesta rápida y nos tentamos a tomar nuestros propios caminos.

Espero nos ayudes a fortalecer nuestra espera en ti mi Señor, porque tienes un plan para nosotros.

En el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret.

Amén y amén.