Jueces 6:23 - 24 NTV No te preocupes—le contestó el Señor—.

Entonces Gedeón construyó un altar al Señor en ese lugar y lo llamó Yahveh-shalom (que significa «el Señor es paz»).

En este diálogo, vemos que Dios le da una encomienda a Gedeón que es prácticamente imposible antes los ojos humanos o de cualquier persona que es fuerte, el Señor lo estaba mandando a pelear contra el ejército invasor y él es el personaje de la Biblia que más baja autoestima tiene.

Si esta historia la trasladamos a la época actual y a otras circunstancias de nuestras vidas, sería como si Dios nos mandar a dirigir la empresa más grande del país en el vivimos actualmente, donde tienes que contratar más de 300 empleados y proveer sustento para todas esas familias, además de tener la capacidad manejar y administrar todos los recursos y que todo marche y salga bien en esa empresa.

En ese punto es donde tú empiezas a cuestionar diciendo que no eres capaz de una labor tan grande e importante, eso fue exactamente lo que sucedió con Gedeón. 

En lo personal, fue lo que sucedió conmigo, yo tenía 23 años cuando Dios me delegó la tarea de pastorear y predicar el evangelio, yo me cuestionaba, no creía en mí, no confiaba que nadie me fuera a entender.

Hoy, 15 años después, Dios ha cumplido su promesa, y fue tan impresionante, porque multiplicó todo lo que Él me dijo, hoy son miles de personas con las que me puedo conectar por diferentes plataformas y hacer llegar su maravillosa palabra.

Probablemente hoy Dios te está encomendando tareas realmente importantes y puede que ahorita no sepas o no entiendas el porqué de su elección, Dios siempre nos dice, ‘no te preocupes, no tengas miedo, no morirás’.

Queridos, cuando tenía 23 años, simplemente me inundó una paz inexplicable, cuando Dios da una tarea, al mismo tiempo llena de paz, por eso Gedeón lo nombra Yahveh-shalom, que significa «el Señor es paz».

Hoy Dios te está hablando, te está encomendando una tarea nueva para sus vidas, dotándolos de paz, debes llenarte de la paz del Señor, aquella que sobrepasa el entendimiento, simplemente se disfruta, vive y goza.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesucristo de Nazaret, te damos las gracias por siempre darnos un día más de vida y porque nos permiten acercarnos más a ti por medio de tu maravillosa y única palabra.

Señor, tú nunca dejas de hablar, así como le hablaste a Gedeón, David o Pablo, entre otros, hoy nos sigues hablando, no te has callado, el cielo nunca se enmudece.

Sigues buscando las nuevas generaciones, esperamos encuentres más corazones receptivos.

En el nombre de Jesús de Nazaret.

Amén y amén.

¡Bendiciones!