Mateo 6:11-12 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

¿Cuáles son los dos elementos básicos que no deberían faltar para empezar el día? Lo primero, es la oración del Padre Nuestro, como se conoce popularmente, y es cuando el Señor Jesucristo enseñó a sus discípulos a orar, cuando dice, ‘el pan nuestro de cada día’, se refiere al pan del Antiguo Testamento, por este se pudría cuando se trataba de acumular, por eso cada día era necesario buscar pan fresco.

El pan no se refiere, solamente, al alimento del cuero, sino que el Señor Jesucristo, Él nos hacía entender que Dios tiene cubiertas todas nuestras emociones; alimento para el cuerpo, alma, mente, corazón, entre otras. 

Dios tiene la provisión diaria que necesitamos y en algunas ocasiones, el ser humano no se las pide, más bien prefieren pedírselo a otras personas que no tienen la misma capacidad que tiene el Señor. 

Por ejemplo, cuando las personas piden atención, llaman a cualquier persona y no les contestan, ellos son los que piden atención a otras personas, pero en realidad al que debemos llamar y buscar es a nuestro Padre Celestial. 

Cuando necesitamos amor, no debemos ir mendigando por la calle, se lo tenemos que pedir a Dios, para sentirnos valorados y valoradas, porque el amor de Dios es el único que llena y calma todas nuestras necesidades físicas y espirituales. Este es nuestro primer elemento, saciarnos del pan diario, y el único que no lo puede brindar es nuestro Señor Jesucristo.

Nuestro segundo elemento es, ‘perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores’, el perdón debe ser diario, no solamente que recibimos de Dios, sino del que nosotros proveemos a las demás personas, cuando nos hieren, ofenden, critican, lastiman o cuando nos maltrataron, nosotros debemos aprender a perdonar, si no lo hacemos, los días serán amargados, frustrantes y pesados.

Estos dos elementos JAMÁS deberían faltar en la dieta espiritual diaria, el pan de nuestras emociones y de nuestras necesidades, pero tampoco debería faltar el perdón, el que recibimos de parte de Dios y el que nosotros prevemos a los que nos han ofendido.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesucristo de Nazaret, quiero darte las gracias por la oportunidad que nos das de estar conectados a la presencia tuya y a tu palabra.

Hoy nos enseñas cuáles son los dos elementos básicos que no deberían faltar en nuestra dieta espiritual y en todos nuestros amaneceres, el pan de nuestras necesidades y es el que tiene el nutriente necesario que necesitamos.

También el perdón, hoy decidimos perdonar a todos los que nos han ofendido y dejamos libres a esas personas que nos maltrataron o lastimaron.

En el nombre Jesucristo.

Amén y amén.

¡Bendiciones!