1 Corintios 2:16 NTV ¿Quién puede conocer los pensamientos del Señor? ¿Quién sabe lo suficiente para enseñarle a Él? Pero nosotros entendemos estas cosas porque tenemos la mente de Cristo.

El ser humano, muchas veces, piensa que entre el corazón de Dios y el de él, hay una distancia muy larga o muy grande, pero la realidad es que es un mismo corazón, existen personas que han creído o se han dicho a ellos mismos: - Jamás podré compararme con Dios, acercarme y pensar como Él piensa.

Muchas veces los malos hábitos que el ser humano comete y piensa que con este pasado nunca se va a parecer a Dios; sin embargo, este pensamiento está muy lejano de la realidad, es una mentira, la Biblia dice claramente que cada ser humano en la tierra tiene la mente de Cristo y es algo que debemos aceptar y creer, permitiendo así que tu ser empiece a crecer.

Cuando el ser crece, el hacer de cada uno es distinto, lo primero es creer en la Biblia, que dice que ya tenemos la mente de Cristo, en palabras del apóstol Pablo en otra carta a los Gálatas, explicándoles que él ya no vive sino que más vive Cristo en él, es decir son uno, el corazón de Dios y el tuyo son uno mismo, Él decidió tomar sus maletas, todo lo que es necesario para venir, vivir y habitar dentro de nuestro corazón es algo que tenemos que creer. 

No hay que pensar que es difícil cumplir con los estándares de Dios, está en ti, Él vive dentro de cada uno, la Biblia dice que incluso tenemos su mente y estamos siendo transformado a su misma imagen, voluntad como desde que creó a Adam y Eva. Empieza a elevar tu pensamiento, comportamiento, forma y manera de pensar acerca de los demás.

La altura del comportamiento de Cristo se ve reflejada en la iglesia porque Él, la cuida, protege, la resguarda y se entrega por ella, si eres esposo, imita la conducta de Cristo o si eres hijo, imitarlo en su obediencia, respetando la autoridad y haciendo la voluntad del padre, realizando la tarea que fue enviado hacer a la tierra.

El Señor Jesucristo dice en muchas ocasiones que Él permanece en ti como tú en Él, debemos entender que el viejo hombre que eras antes ha muerto, aquel que mentía, usaba vicios, fornicario, adúltero, infiel, tramposo y que pisoteaba a otras personas ya no vive en ti, cuando ese hombre quiera subir nuevamente hay que detenerlo y aplastarlo porque ahora vive Cristo en ti, reflejando un hombre amoroso, paciente, bondadoso, compasivo y misericordioso.

Esa es la voluntad de Dios, que cada ser humano permita en su corazón, habitar el corazón de Cristo y de esa manera cuando hay un mismo corazón, entonces su conducta podrá ser completamente diferente.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesús de Nazaret, gracias por la oportunidad que me das de conectarme contigo y pedirte que pueda recibir un mismo corazón juntamente con el tuyo, de esa manera mi Dios podrá morir el viejo hombre, ya no vivo yo, ahora vives tú en mi señor y podrá surgir el amor tuyo a través de mí hacia los demás, la compasión, paciencia, bondad, amabilidad, gozo y la alegría, porque tu espíritu santo está en mí.

Señor Jesús, que pueda pensar de la misma manera que tú piensas y sientes, mirar a los demás de la misma manera en que tú los miras a través de nosotros.

Gracias Padre en el nombre de Jesucristo de Nazaret.

Amén y amén.

¡Bendiciones!