Colosenses 1:22 (NTV) Pero ahora él los reconcilió consigo mediante la muerte de Cristo en su cuerpo físico. Como resultado, los ha trasladado a su propia presencia, y ahora ustedes son santos, libres de culpa y pueden presentarse delante de él sin ninguna falta.

Cuando la Biblia habla del sacrificio de Jesús, nos habla de un cambio global que ocurrió de manera espectacular, aunque en la atmósfera espiritual invisible. A veces, las personas no lo entienden precisamente porque sucedió en lo espiritual, algo que no podemos ver. Sin embargo, el apóstol Pablo explica en esta carta que Dios reconcilió todas las cosas, incluyendo el sistema planetario y las leyes de la naturaleza, a través de la muerte de Jesús.

Esta reconciliación también nos incluye a nosotros. Antes estábamos perdidos, viviendo de manera desordenada y alejados de la presencia de Dios. Como consecuencia, cargábamos maldiciones y graves consecuencias sobre nuestras vidas. Pero ahora, gracias a la reconciliación mediante la muerte de Jesús, recibimos al menos cuatro beneficios importantes.

El primer beneficio: Estar cerca de su presencia. El versículo dice: "Como resultado, los ha trasladado a su propia presencia." Esto no es cierto para todos los seres humanos, ni siquiera para quienes han leído la Biblia o escuchado una prédica. Solo es cierto para aquellos que caminan en orden delante de Dios, que tienen Su presencia en su corazón y están unidos a Él.

Estar en la presencia de Dios significa vivir cada día con la seguridad de que Él está con nosotros. Ya sea en el trabajo, en el tiempo con la familia o en cualquier momento, Su presencia nos acompaña. Sin embargo, esto no se logra simplemente por asistir a la iglesia o escuchar prédicas. Si vivimos en desobediencia, siendo desleales en nuestro matrimonio, robando o haciendo lo indebido, de nada sirve ir a la iglesia. La presencia de Dios solo está con quienes se alinean y viven en armonía con Él.

El segundo beneficio: Ser santos. El versículo continúa: "Y ahora ustedes son santos". La santidad no se refiere a imágenes de barro o yeso en una iglesia. La Biblia nos dice que los santos somos nosotros, los que tenemos la presencia de Dios en nuestro interior.

Algunos podrían pensar: "Estoy lejos de ser santo." Pero la santidad no depende de nuestras acciones ni de lo que otros piensen de nosotros. Ser santo tiene que ver con tener la presencia de Jesús en nuestro corazón. Si Él está en nosotros, somos santos.

El tercer beneficio: Ser libres de culpa El texto dice: "Libres de culpa". Muchas personas cargan con culpa, tristeza y depresión por errores del pasado. Pero quienes están en línea con Dios y tienen Su presencia en su interior, son libres de culpa. Caminan en paz, llenos de la tranquilidad que solo Dios puede dar.

El cuarto beneficio: Presentarnos delante de Dios sin falta Finalmente, el versículo afirma: “Pueden presentarse delante de él sin ninguna falta”. Esto significa que tenemos total seguridad y certeza de que, al acercarnos a Dios con nuestras peticiones, seremos escuchados y respondidos.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesús de Nazaret, te damos gracias por la oportunidad de conectarnos con Tu Palabra y recibir estos beneficios maravillosos. Señor, reconciliaste todas las cosas contigo mismo a través de la muerte de Jesús, y eso nos incluye a nosotros.

En esta reconciliación, estableciste un acuerdo lleno de beneficios para quienes permanecen en Ti. La persona que se alinea, que renuncia a su estilo de vida desordenado y vive en obediencia, recibe Tu presencia, Tu favor y Tu bendición.

Señor, mi oración es que cada persona entienda la profundidad de Tu amor y la grandeza de estos beneficios. Que decidan caminar cerca de Ti, llenos de Tu presencia. Bendice a todos los que participan de este devocional y guíalos a vivir en plena comunión contigo.

En el nombre de Jesús de Nazaret.

Amén y amén.

¡Bendiciones!