Malaquías 2:7(NTV) Las palabras que salen de la boca de un sacerdote deberían conservar el conocimiento de Dios y la gente debería acudir a él para recibir instrucción, porque el sacerdote es el mensajero del Señor de los Ejércitos Celestiales.

¿Cuál es la mejor profesión del mundo? Servir a Dios. En el Antiguo Testamento, antes de que Jesús viniera a hacer un cambio de época y establecer un nuevo pacto, este privilegio era exclusivo de los sacerdotes. Cuando hablo de la mejor profesión del mundo, me refiero a ser mensajeros de Dios. En aquel tiempo, esta tarea correspondía a los sacerdotes del pacto levítico, descendientes de la tribu de Leví.

En este versículo encontramos tres aspectos fundamentales de esta profesión. Primero, el sacerdote debe conservar el conocimiento de Dios. Aunque en el Antiguo Testamento esta labor era exclusiva de los sacerdotes, en el nuevo pacto se extiende a todos los que hemos sido hechos reyes y sacerdotes para Dios. Esto incluye a líderes de la iglesia, ministros, ancianos, mentores y pastores, pero también a todos los creyentes, pues cada uno es un mensajero de Dios. Algunos lo hacen de manera profesional, como su vocación principal, y esto es, sin duda, la mejor profesión del mundo.

El versículo menciona tres características de esta labor:

• Conservar el conocimiento de Dios: No desviar a la gente, no enseñar nada contrario a la Palabra, sino permanecer fiel a la enseñanza bíblica. Es vital estudiar y conocer profundamente las Escrituras para transmitirlas con fidelidad.

• Ser fuente de instrucción: La gente debe acudir a estos mensajeros para recibir enseñanza. Cuando asistimos a la iglesia los domingos, estamos recibiendo instrucción de alguien que habla en nombre de Dios. Un verdadero mensajero lo hace con profesionalismo, pasión y entrega.

• Pensemos en un médico: hay quienes ejercen su profesión con dedicación, se actualizan constantemente, investigan y buscan lo mejor para sus pacientes. De la misma manera, hay mensajeros de Dios que ejercen su labor con excelencia, y se nota en su compromiso y en la forma en que enseñan la Palabra.

Así como hay médicos que parecen haber nacido para esa profesión, hay ministros y pastores que demuestran una entrega total al llamado de Dios. Son personas que no podrían hacer otra cosa porque su vocación es evidente. En el ámbito espiritual, este mismo principio aplica, algunos ejercen su ministerio con pasión y compromiso, mientras que otros solo cumplen una función. La diferencia es notoria.

La última parte del versículo dice: "Porque el sacerdote es el mensajero del Señor de los Ejércitos". Qué bendición es ser llamados a esta labor.

Cuando un mensajero de Dios toma el micrófono y habla, debe hacerlo con el respaldo del conocimiento divino. La gente debería acudir con hambre de aprender y recibir instrucción. Esta es la mejor profesión del mundo, ser un portavoz de Dios, con pasión, entrega y responsabilidad.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesús de Nazaret, te damos gracias por la oportunidad de ejercer la mejor profesión del mundo: ser portadores de tu mensaje y sacerdotes del nuevo pacto.

Te pedimos que quienes desempeñan este llamado lo hagan con excelencia, pasión y entrega. Así como un médico comprometido busca actualizarse y mejorar constantemente, que también los mensajeros de tu Palabra se esfuercen en conocer más de ti, para transmitir tu enseñanza con fidelidad.

Que cada persona que escuche este mensaje entienda que no está excluida, sino que es el sacerdote de su casa, el líder espiritual de su familia. Que ejerzan este rol con dedicación, para que sus hijos vean en ellos un ejemplo de amor y compromiso contigo.

Señor, fortalece a cada mensajero, protégelos y dales sabiduría. Que se mantengan firmes en el conocimiento de tu Palabra y que, sin importar el número de personas a quienes impacten, lo hagan con la misma entrega y profesionalismo.

Oramos en el nombre de Jesús de Nazaret. 

Amén y amén.

¡Bendiciones!