Isaías 9:6 (NTV) Pues nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus hombros, y será llamado: Consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

"Una Profecía sobre el Mesías", fue escrita hace aproximadamente 2,750 años por el profeta Isaías. Él vivió alrededor del año 750 a.C., antes del nacimiento de Jesucristo. Esta profecía detalla de manera clara y específica que nacería un niño que se esperaba con gran anhelo. Existen muchas otras profecías acerca del Mesías: se hablaba de su nacimiento de una mujer virgen y de que vendría en Belén. Todas y cada una de ellas se cumplieron en él.

El versículo que estamos analizando es impactante, ya que Isaías lo escribió 750 años antes del nacimiento de Cristo. Para ponerlo en perspectiva, es como si hoy predijéramos lo que sucederá en el año 2800. Nos resulta inimaginable y difícil de concebir. Sin embargo, el profeta Isaías escribió con precisión detalles sobre el Mesías.

En el pasaje leído, Isaías habla en tiempo pasado, aunque el suceso aún no había ocurrido. La razón de esto es que los profetas, al recibir revelación de Dios, lo dan por hecho, pues en la eternidad de Dios todo está cumplido. Nuestro tiempo está dividido en pasado, presente y futuro; sin embargo, el tiempo de Dios es diferente.

La Biblia habla de dos tipos de tiempo: el "cronos", que es el tiempo medido en nuestra realidad terrenal, y el "kairos", el tiempo de Dios, que es eterno y sin principio ni fin. En el tiempo de Dios, todo lo que ha prometido es una realidad establecida.

Isaías dice: "Nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado." Luego, profetiza sobre el futuro: "El gobierno descansará sobre sus hombros." Esto aún no ha sucedido; se refiere al milenio, cuando Cristo reinará por mil años sobre la tierra restaurada desde Jerusalén.

El pasaje también describe las características del Mesías. 

• Consejero maravilloso: En él encontramos los mejores consejos para nuestra vida a través de la oración y la lectura de la Palabra.

• Dios poderoso: Jesucristo se presentó como Dios mismo al declarar: "El que me ha visto a mí, ha visto al Padre."

• Padre eterno: En él encontramos el Padre que todos necesitamos.

• Príncipe de paz: Solo él puede traer paz verdadera a nuestras vidas.

Esta profecía se ha cumplido en Jesucristo, nuestro Salvador y Redentor.

ORACIÓN

Padre Celestial, en el nombre de Jesús de Nazaret, te damos gracias por la oportunidad de leer tu Palabra y descansar en las promesas que están escritas en ella. Nuestra alma descansa porque podemos ver que todo lo que has hablado y profetizado se ha cumplido. Esto nos da confianza en que todo lo que has prometido sucederá, porque tus planes son maravillosos y grandes.

Hoy descansamos en tus promesas. Creemos firmemente que todo lo que has dicho sobre nosotros se cumplirá, pues en tu tiempo eterno, en el kairos, ya está realizado. Sabemos que un día viviremos en la gloria, en el milenio terrenal, para luego ser trasladados a la nueva Jerusalén.

Señor, es maravilloso lo que nos espera, por eso nos aferramos a ti y a tu Palabra. No hay dudas en nuestro corazón, descansamos en tu fidelidad.

Te pedimos que como Príncipe de Paz traigas descanso a cada persona que hoy recibe este mensaje. Gracias, Padre, en el nombre de Jesús de Nazaret. 

Amén y amén.

¡Bendiciones!