- 28 Jul 2025
- Category: Devocional
El Devocional: Hijos Que Vivan Para Dios
Malaquías 2:15 (NTV) ¿No te hizo uno el Señor con tu esposa? En cuerpo y espíritu ustedes son de él. ¿Y qué es lo que él quiere? De esa unión quiere hijos que vivan para Dios. Por eso, guarda tu corazón y permanece fiel a la esposa de tu juventud.
El matrimonio, con el paso del tiempo, se ha distorsionado de su idea original. Dios estableció el matrimonio para que el hombre y la mujer vivieran juntos para siempre, dejando padre y madre para formar una familia.
El plan divino es que los padres transmitan valores a sus hijos: fe, principios, enseñanzas y amor por Dios. En el tiempo de Adán y Eva no existía una educación institucionalizada, pues la enseñanza de estos principios recaía directamente en los padres. El Señor confió plenamente en que papá y mamá podían criar a sus hijos de manera integra.
Sin embargo, a lo largo de la historia, el matrimonio ha sufrido desviaciones. En tiempos de Moisés, los hombres repudiaban a sus esposas con facilidad, extendiendo cartas de divorcio y dejando a muchas mujeres y niños desamparados.
El corazón del ser humano se endureció y, debido a ello, Moisés permitió el divorcio, aunque este nunca fue el diseño original de Dios. Malaquías denuncia esta situación y nos recuerda que Dios aborrece el divorcio porque destruye la unidad familiar.
Cuando Jesús vino, reafirmó el propósito original del matrimonio: la fidelidad, el amor y la formación de hijos que vivan para Dios. Sin embargo, hoy en día, una vez más, la visión del matrimonio se ha degradado.
Muchas personas ya no le dan valor al compromiso, prefieren no casarse o, si lo hacen, permanecen juntos por poco tiempo. La infidelidad y el adulterio se han vuelto comunes, afectando directamente a los hijos y dejando un legado de maldición espiritual.
La Palabra de Dios es clara: el matrimonio es una unión sagrada donde tanto el esposo como la esposa pertenecen a Él. La fidelidad no solo es una decisión personal, sino una herencia espiritual para los hijos.
Aquellos que llevan una doble vida, que engañan y son infieles, transmiten esa carga a sus descendientes. Por ello, es fundamental guardar el corazón y permanecer fieles a la esposa de la juventud, para que las generaciones futuras sean bendecidas y vivan para Dios.
ORACIÓN
Padre celestial, en el nombre de Jesús de Nazaret, te damos gracias porque tu Palabra siempre llega a tiempo. Hoy comprendemos la importancia de valorar el matrimonio según tu diseño original. Nos has unido a nuestras esposas para ser uno con ellas, y nuestro espíritu te pertenece.
Señor, queremos transmitir a nuestros hijos principios, valores y enseñanzas que los acerquen a ti. Sabemos que nuestras acciones, incluso aquellas que creemos ocultas, afectan el legado que dejamos a nuestras generaciones. Ayúdanos a vivir en fidelidad y lealtad, a ser ejemplos de integridad y a honrar el pacto matrimonial.
Consagramos nuestra vida, nuestra relación de pareja y nuestra familia a ti. Declaramos que nuestra relación contigo y nuestro matrimonio serán nuestra prioridad, y que nuestros hijos serán beneficiarios de esta bendición. Que ellos crezcan amándote y sirviéndote con corazones entregados.
Gracias, Señor, porque tu bendición se extiende a nuestras generaciones, así como con Abraham, Isaac y Jacob. Te lo pedimos en el nombre de Jesús de Nazaret.
Amén y amén.
¡Bendiciones!
©️ 2024 Alfa 103.9FM All Rights Reserved.
Website Powered by Reino7®️